jueves, 2 de octubre de 2014

Punto de partida

Puedo avanzar, claro que puedo, de hecho lo hago. Puedo avanzar en línea recta o curva. Puedo hacerlo durante minutos, horas e incluso meses. De ahí os cuento que tengo la horrible costumbre de morderme la piel que rodea mis dedos, actualmente digo tengo porque he vuelto a caer. Hace dos semanas escribiría la anterior frase con el verbo en pasado y si nos remontamos a antes de verano volvería a ser en presente. Pero ...y si nos remontásemos a ....?... es una espiral; avanzo-retrocedo, avanzo-retrocedo...

Menuda chorrada ¿ verdad?.... pues NO! sería una pequeña dificultad si solamente se tratase de las pielecillas de mis manos, pero me ocurre con más aspectos de mi vida. Me armo de valor, de decisión, lo pongo en práctica, aparece un bache y me desanimo. Y de nuevo viajo al mismo lugar, de nuevo me veo con las maletas en el punto de partida.

Me preocupa encontrarme siempre "aquí" y me preocupa que el verbo avanzar , tratándose de mi, siempre vaya de la mano del verbo retroceder.
Lo que me enorgullece entre tanto pesimismo, es que nunca retrocedo más allá del punto de partida.



 And after all you are my wonderwall.
So I start a revolution from my bed.





1 comentario:

  1. Buff....te entiendo. Cuando creemos a ver superado ese defecto,ese bache,aparece algo que nos hace caer y nos coloca de nuevo en el mismo principio de siempre. Parece que estemos anclados a lo que tu llamas "punto de partida". Pero ese es el verdadero reto: intentar no volver hacia atrás y si se consigue es lo que nos hace realmente fuertes.
    Me gusta tu texto. Un besi

    ResponderEliminar

He vuelto a ese lugar

No puedes evitarlo y recuerdas con excesiva nitidez tu cara oculta entre tus manos empapadas de lágrimas. Las sábanas, los recuerdos, el fut...