lunes, 12 de septiembre de 2016

Siempre tampoco es tanto.

Y llega la lluvia, y su eco ensordece las calles. Gotas que revientan contra el suelo, frío, como los pensamientos que silenciamos. Que hielan las cabezas en caliente, que atajan la distancia con heridas que no cierran. Y sintiendo paz, y alivio, y sol en la lluvia. Olvido y empiezo ese día, en el que sin darme cuenta dejé de calcular quien era para solo ser. Y qué libertad...

Y es momento de hablar.

Te cambio un puñado de sueños si me dejas seguir durmiendo. Te prometo que me quedo y no sólo en las palabras. Me arrincono si me permites, pero para siempre, que no es para tanto. No me importa cómo si estoy, si estás, si nos estamos. De esa, o de la otra, de la forma que salga. Pero lo que dije, que me vale siempre. Qué tampoco es tanto.

And after all you are my wonderwall. Siempre.

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