martes, 28 de febrero de 2017

En su justa medida

Una lámpara de salón con luz tenue. Un espacio cuidado al detalle, con gusto, con dedicación...
Una vela decorativa, apagada. El silencio que lo invade todo hasta ser interrumpido por ese reloj de pared.El calor de la soledad cuando se elije, cuando se necesita y se respira sin afixia. Cuando no hay mayor plenitud que tu propio eco.

He pensado mucho últimamente. De hecho he pensado tanto que hasta me he aburrido de hacerlo. Me he ignorado a mí misma. Qué sabia decisión! Uno se da cuenta de que sube peldaños hacia la madurez cuando en lugar de regocijarse en su supuesto estiércol de vida, y digo supuesto porque toda lluvia cesa, uno se vuelve seriamente y decide que no hay mejor decisión para los espejismos de amargura que ignorarse a sí mismo en su justa medida. Porque hoy es negro y mañana gris, porque pasado rosa, y de nuevo negro. Porque no se puede controlar lo azaroso con sus abundantes percances, riesgos , contratiempos y dificultades. Porque el devenir del tiempo lo es. Porque hoy eres y mañana fuiste.

Y cuando caigas en la espiral de lo que te angustia, no le brindes más cobijo del necesario, ni le restes la importancia que tiene. Porque el popular consejo de : hay cosas peores es cierto. Pero en esos días ¿a quién le importa? , hoy afecta y por lo tanto hoy duele. Mañana ya podré aplicar el consejo. Permítete doler y que te duelan. Sé problema y solución. Haz y deshaz. Respira mejor o peor, pero no te asfixies.

And after all you are my wonderwall....

He vuelto a ese lugar

No puedes evitarlo y recuerdas con excesiva nitidez tu cara oculta entre tus manos empapadas de lágrimas. Las sábanas, los recuerdos, el fut...